Desde sus inicios todas las empresas buscan la mayor rentabilidad, al menor coste, riesgo e incertidumbre, y es gracias a esta búsqueda donde nace la metodología Lean Startup. Una Startup, o empresa emergente, es un modelo de negocio de alta rentabilidad y escalabilidad pero en una situación de gran riesgo. Para ello, Eric Ries desarrolló esta metodología de trabajo.

Se trata de una metodología basada en aumentar las probabilidades de éxito de un empresa emergente, centrándose en las necesidades del cliente y el feedback de este. Es decir, contando con su retroalimentación para ir modificando el producto hasta desarrollar la versión final e ideal. La idea es ir adaptando el producto a lo que el mercado demanda y no a nuestra propia visión, consiguiendo un producto mucho más competitivo y atractivo a la hora de salir al mercado, acortando así los ciclos de desarrollo, midiendo el progreso y ganando feedback por parte de los clientes finales. Todo esto a través del aprendizaje validado, la experimentación científica y la iteración en los lanzamientos del producto.
5 pasos fundamentales para desarrollar una empresa basada en Lean Startup
Plantear una hipótesis. Con las hipótesis se explica por qué el cliente estaría dispuesto a pagar por tu propuesta de valor. Una hipótesis es una presunción, una sentencia en positivo o negativo, que es necesario validar si es correcta o no y en ese caso pivotar.
Validar la hipótesis. Tras ir validando hipótesis de forma continua, se basa en crear un producto mínimo viable (o un enseñable) para que el público objetivo pueda probarlo y evaluarlo. El objetivo es saber si la gente lo querría y lo compraría.
Mide la hipótesis. La mejor manera de saber qué métricas se implementarán es identificando cuáles son los pasos a seguir para llegar hasta la oferta final y cuántas veces recurrieron para comprar. Es fundamental identificar los indicadores de calidad (KPI) de un producto, medirlas para saber si cumplimos objetivos, y perfeccionar el producto.
Generar un aprendizaje validado. Significa que se habrán realizado ajustes y cambios tanto en el producto o servicio, como en el mercado y los proveedores. La idea es ir aprendiendo del entorno al que va dirigido el producto.
Ciclo repetitivo. Trata sobre poner en marcha los pasos anteriores una vez más, ya con un producto o servicio mejorado, y volver a empezar.
Distintas técnicas aplicadas en Lean Startup
Desarrollo de clientes (customer development). Se basa en comprobar si el producto satisface las necesidades del cliente. Es decir, preguntar a los que serían nuestros clientes potenciales; se les enseña el producto, para que lo prueben y den sus opiniones, de manera que se obtenga críticas constructivas en las que basarse.
Modelo Canvas. Consiste en visualizar y diseñar un modelo de negocio dinámico y visual, plasmado en un lienzo dividido en cuadrículas, cada una dedicada a un aspecto fundamental del modelo de negocio: propuesta de valor, ingresos, gastos, canales de adquisición, entre otros. Una vez se pruebe cada idea para cada cuadrícula, se va cerrando el proyecto a nivel global.
Técnicas ágiles (scrum). Uno de los más habituales hoy día. Se trata de un conjunto de técnicas de comunicación dinámicas y rápidas para proponer ideas, mejoras, e ir configurando el proyecto final en un equipo de trabajo. Se pueden realizar reuniones cortas y concisas para evaluar el trabajo del día anterior y el que se va a hacer ese día, así como diversos medios de comunicación telemática.
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