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La transición energética

En 2015 se llevó a cabo el Acuerdo de París, un hito en la lucha mundial contra el cambio climático, en el cual diferentes países se comprometían a contener el incremento de la temperatura de la Tierra. Posteriormente, en 2021, en Glasgow, se ratificó el compromiso para lograr la descarbonización antes del 2050.


Para la consecución de este objetivo una de las herramientas principales es la transición energética, que implica en la transformación integral del sistema energético que emplea combustibles fósiles a uno de bajas emisiones o sin emisiones de carbono, como son las fuentes renovables. Teóricamente se define como el conjunto de cambios en los modelos de producción, distribución y consumo de energía para hacerlos más sostenibles. Esto lleva a dos objetivos claros: ser más eficientes y responsables con el consumo de energía y cambiar la actual combinación eléctrica a una basada en energías verdes.

Hay que tener en cuenta que la transición energética no se limita únicamente al cierre de las fuentes de energía fósiles y al desarrollo de las limpias, sino que se trata de un cambio de paradigma de todo el sistema, donde se debe electrificar el consumo en todos los sectores. De igual forma, la transición ecológica también supone una transformación social y cultural. Y en España, ¿qué planes se proponen?

El Gobierno de España está desarrollando la ‘Ley de Cambio Climático y Transición energética’ y ha presentado el borrador del ‘Plan Nacional Integrado de Energía y Clima’ (PNIEC), donde se plantean ambiciosos objetivos para llegar a una economía prácticamente descarbonizada en el año 2050, se basan en las siguientes propuestas:

  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de un 20% para el 2030 y un 100% para el 2050.

  • Alcanzar el 35% de energías renovables en el consumo energético para el 2030 y el 100% en la generación del sistema eléctrico nacional para el 2050. Además de lograr el 70% de la generación de energía eléctrica con fuentes renovables para el 2030.

  • Mejorar la eficiencia energética reduciendo el consumo de energía primaria al menos el 35% para el 2030.

  • Mejorar la eficiencia energética reduciendo el consumo de energía primaria al menos el 35% con respecto a la línea de base conforme a normativa comunitaria para el 2030.


Existen 3 ejes principales dentro de la Transición Energética en España: el desarrollo de energías renovables, la rehabilitación y eficiencia energética y la movilidad sostenible. El papel fundamental de esta transición energética se lo llevan las energías verdes debido a su bajo impacto ambiental en su generación de energía eléctrica. Como particulares se puede tomar acción optando por compañías de energía verde que presenten tarifas de dicha energía. Una tarifa verde se define como aquella tarifa que ofrece energía completamente producida a partir de fuentes de energía renovables (solar, eólica, hidráulica, etcétera).

Dentro de la transición energética también se incluye la mejora y restauración de instalaciones para mejorar la eficiencia energética y reducir pérdidas, como trabajos de aislamiento térmico en viviendas u oficinas o cambio de caldera a una eléctrica que funcione con energías verdes. Todo ello en pro de reducir el consumo de energía y aumentando el confort. Al dejar de depender de recursos no renovables y aumentar la eficiencia eléctrica se permite ahorrar dinero en la factura de la luz. Una energía más barata de producir acompañado de instalaciones más eficientes energéticamente.

Todos estos cambios benefician al clima, la economía y la sociedad, creando un mundo socialmente más justo. Además, es indispensable que la transición energética sea inclusiva y que nadie se quede atrás.


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